martes, 20 de octubre de 2009

¿Nacer o no nacer?



El tema del aborto es un tan complejo y un poco soso para tomar una postura. La despenalización del aborto ha traído consigo el cisma de posiciones políticas, tal es el caso del ministro de Defensa Rafael Rey que amenazó hace unos días de deponer su cargo si se llegara aprobar el aborto eugenésico. No obstante la Comisión Especial Revisora del Código Penal rechazó ayer esta despenalización con 5 votos a favor y 6 en contra.

La ONG Flora Tristán inició esta campaña con la finalidad de que la mujer tome decisión sobre su cuerpo, su futuro, para ello muchas chicas marcharon con carteles en las manos que decían “yo aborté por terminar mi estudios”, “yo aborté porque me violaron”, “yo aborté porque no estaba preparada” y leyendo algunos testimonios de su página Web los casos son diversos y cada uno tiene una justificación distinta. http://www.yoaborte.net/



Pero acaso la mujer no puede decidir si llevar en su vientre a un ser que no está preparada para tenerlo. La decisión lo toma cada mujer, esto lo aprendí de un reportaje que lanzó Reporte Semanal el domingo pasado sobre el caso de una mujer violada por siete soldados en la época del terrorismo, ella tenía sólo 17 años de edad y no sabía quién era el padre de la niña que llevaba entre sus entrañas. Ella desesperada trató de matarse pero al final dijo algo muy cierto “yo quise tener a mi bebé y luchar por ella”
“cada mujer tiene derecho a decidir”.

Definición. Pero antes de tomar posturas apresuradas quiero precisar los tipos de aborto: El aborto libre, es realizado por la mujer que no desea tener al hijo por motivos sociales o personales, el aborto eugenésico, es la eliminación del feto cuando presenta una malformación, y el aborto terapéutico se realiza cuando peligra la vida de la madre y del niño y se decide por uno de ellos.

Entonces aquí no se debate el aborto libre, es muy difícil a que se llegue aprobarlo, los dos restantes el eugenésico y terapéutico han revuelto terriblemente a toda nuestra solidad y sobretodo a la iglesia, que según nuestro cardenal Juan Luís Cipriani la iglesia Católica va adoptar a todos esos niños que las mujeres no deseen tener. Acaso no se da cuenta de cuántos niños pobres y desnutridos deambulan por nuestras calles, y la iglesia ¿hace algo por ellos?

Muchos dicen que con despenalizar el aborto se reduciría el número de muerte de mujeres que van a clínicas clandestinas. Pero un estudio realizado por Centro Nacional de Investigación y Desarrollo para el Bienestar y la Salud de Finlandia (STAKES) reveló que las mujeres que abortaban tenía siete veces más probabilidad de morir por suicidio, 14 veces más probabilidad de morir por homicidio y un 60% de probabilidad de morir por causas naturales.

Depresiones. Esto quiere decir que la muerte de la mujer está relacionada con la depresión, la angustia, la sensación de sentirse una escoria, una verdadera mierda, es natural porque pierdes a una parte de ti, y la idea fuerza de que no lo puedes tener por razones económicas o personales vence el lado maternal a punto de surgir.

Cuánta información fluctúa en los medios de comunicación, en el Internet, en los documentales, en el colegio, etc. No hay excusa de no cuidarse hasta existe “la pastilla del día siguiente” que puede salvar un embarazo no deseado, sé que el instinto sexual es más fuerte y las pasiones nos hacen olvidar las consecuencias del sexo no seguro. Pero si se toma las debidas precauciones el nivel de nuestra pobreza se podría reducir, no veríamos tantas indigentes con tres o cuatro niños en brazos pidiendo limosna. Se debe estar preparado tanto el lo económico y psicológicamente para traer a un niño al mundo.